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Siempre estaremos juntos :) Amar, sentir, pensar, vivir


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Choose Life

Pequeno-almoço Jeronymo

Soundsystem

«Elige la vida. Elige un empleo. Elige una carrera. Elige una familia. Elige un televisor grande que te cagas. Elige lavadoras, coches, equipos de compact disc y abrelatas eléctricos. Elige la salud, colesterol bajo y seguros dentales. Elige pagar hipotecas a interés fijo. Elige un piso piloto. Elige a tus amigos. Elige ropa deportiva y maletas a juego. Elige pagar a plazos un traje de marca en una amplia gama de putos tejidos. Elige bricolaje y preguntarte quién coño eres los domingos por la mañana. Elige sentarte en el sofá a ver tele-concursos que embotan la mente y aplastan el espíritu mientras llenas tu boca de puta comida basura. Elige pudrirte de viejo cagándote y meándote encima en un asilo miserable, siendo una carga para los niñatos egoístas y hechos polvo que has engendrado para reemplazarte. Elige tu futuro. Elige la vida… ¿pero por qué iba yo a querer hacer algo así? Yo elegí no elegir la vida: yo elegí otra cosa. ¿Y las razones? No hay razones. ¿Quién necesita razones cuando tienes heroína?»

– Mark Renton, Trainspotting

Brilla el sol y jarrea mientras disfruto de este momento de expandirme con palabras, mientras la música me acompaña, y libero todo lo que no debo dejar dentro. Como si de un instante mesiánico se tratara, la luz invade esta habitación en el hogar que me acoge cada día al despertar y al llegar del trabajo. Pues son los constrastes claros y oscuros capaces de permitir apreciar todo más.

Hoy quisiera dedicar algo de tiempo para hablar de las paradojas de la vida, ¿quién no se ha encontrado inmerso en una de ellas? Hace unos años, en una visita veraniega a casa, podía escuchar el testimonio de uno de mis mejores amigos acerca de una experiencia que había tenido cercana a la muerte. Adrián se encontraba caminando por la calle cuando un coche se aproximó a gran velocidad, giró, y produjo un derrape que acabó en una pirueta que por poco le cuesta la vida. El vehículo pasó extremadamente cerca de él y su capacidad para reaccionar, apartarse, y agacharse le permitió salvarse de lo que podía haber sido un final fatídico. Los dos ocupantes, imprudentes, acabaron chocando contra un conjunto de bolardos y, posteriormente, sufrieron las consecuencias de que la policía apareciera en la escena.

Suena a milagro. Recuerdo ver en la cara de él esa expresión de haber vivido en primera persona un gran susto. No obstante, lo que más me impactó fue que precisamente él acostumbra a generar niveles de adrenalina bastante elevados en cada aventura diaria en la que se adentra. La vida de Adro es una completa noria llena de un gran recorrido de subidas y bajadas. Cualquiera que le conozca sabe de lo que estoy hablando. Le queremos por toda esa magia caótica que desprende con su participar en nuestras vidas.

Relacionando lo que puede ser un vivir organizado con uno más espontáneo, nada tiene que ver en la predisposición de las personas a evitar éste tipo de escenários en los que todo pende de un hilo y nadie tiene realmente el control de la situación. El azar lo es todo, junto con el instinto de cada uno.

Yo os tengo que confesar que hace dos fines de semana volví a nacer. Tuve un especial rebirth en las aguas del río Tejo, con las vistas al hermoso barrio de Alfama y el sol brillando en el bonito cielo de Lisboa. No todos los días se experimenta lo que es literalmente estar con el agua al cuello, debajo de una pequeña embarcación de vela ligera, con la cabeza en ese espacio central que forma una cavidad, y con un conjunto de cabos enredados en la intersección de la rodilla para impedirte apenas moverte. Una experiencia cercana a lo que es ahogarse y que por suerte acabó en susto. Pues bien, la mala suerte existe y los accidentes ocurren. Suceden en los momentos más inesperados en los que aparentemente está todo bajo control. Una caída a causa de un resbalón; un golpe a causa de un mal cálculo de la distancia; un atragantamiento debido a una ingesta apresurada. Tomen nota amigos de lo más importante de todo. La vida es puramente lábil, sujeta al mínimo cambio en cada segundo. La vida es frágil hasta puntos insospechados. Todos estos pensamientos se repitieron, que a menudo los tengo, mientras tomaba aire y descansaba en la zodiac tras el incidente. Miraba el paisaje de la rivera de la preciosa ciudad donde vivo, a la vez que empezaba a desaparecer la sensación de mareo por la falta de aire y el nudo en el estómago por la inmensa cantidad de adrenalina liberada. Sin duda, la droga más potente para nuestro cuerpo que nos permite reaccionar estoícamente en situaciones que aparentemente son complicadas de manejar sin ese extra neuroquímico. Pruebas de guerra:

Accidente

Así viví el pasado 11M, una fecha fatídica para el conjunto de los españoles, pero también una fecha para celebración de otros, pues ese día fue el cumpleaños de Paloma, mi suegra, ya parte de mi familia. Ese día también quedaba a una semana de la muy esperada vuelta a España de Chabi. Una semana para la primera visita de mis padres a mi nuevo hogar. Unos días previos a una ya planificada noche de cine con los compañeros del laboratorio, pues desde hacía varias semanas se comentaba el ver Trainspotting 2.

Puede sonar a tontería, pero 20 años después del estreno de la primera película, el descubrir el buen trabajo con la secuela fue también abrumador. Yo elijo la vida de la que el personaje principal habla. En un momento de la película conecté con lo que es nuestra realidad cotidiana, pues en el largometraje se vuelve a analizar lo que gran parte de la sociedad acostumbra a hacer y, sinceramente, me quedo como estoy sin quejarme de nada. Agradezco que siempre, en cada entrada que puedo, en cada conversación un tanto filosófica que tengo, en cada terminar de cenar con Cândida, agradezca por tantas cosas que me permiten vivir como vivo.

La vida es de color de rosa. Sigue estando llena de colores, sensaciones, ocasiones para mi particular entusiasmo que acostumbra a estar aderezado de serotonina y dopamina, más neurotransmisores estimulantes para nuestro cerebro. Lo siento por aquellas personas a las que no les he contado nada, pero no he querido alarmar más que a aquellos que están más encima de mí. Gracias a mis compañeros de trabajo y amigos cercanos por preocuparse y ayudarme a canalizar todo lo que ha sido este episodio. ¿Os podréis creer que no fui capaz de soltar ni una sola lágrima hasta el día de después?

Podréis imaginar que ahora, ya más entrada en años, el tener un accidente de estas características no sea como cuando he tenido otras eventualidades en las que mi vida ha corrido peligro. A su vez, me ayuda a reafirmarme en las decisiones que tomo cuando dedico tiempo de mi existencia a todos los momentos importantes para compartir con las personas que quiero.

En estas semanas de atrás, especialmente en el mes de febrero que en este blog brilla por su ausencia (admito que no he dedicado tiempo para escribir ninguna entrada), he podido disfrutar de muchas actividades que me llenan. Resumiendo lo que ha sido mi vida en Lisboa, la diversión aparece con las clases de vela ligera (angustias aparte), los workshops que se organizan en la Fundación Champalimaud para los científicos que trabajamos allí, nuestro primer AR in a BAR de divulgación científica, o las visitas que poco a poco aparecen con cuentagotas.

JuanLu y Chus han venido el pasado fin de semana para conocer de primera mano cómo vivo aquí. Belém era una zona desconocida para ellos, y han quedado encantados con todo el conjunto cultural que me rodea, fundamentalmente con la arquitectura de los múltiples monumentos que hacen de este lugar un espacio para caminar y encontrarse con una de las partes más hermosas de la capital. Hemos celebrado esta «aventura marinera» con una mariscada increíble. También me han acompañado en el Mercado de Algés en una jornada conjunta con algunos compañeros de trabajo que forman parte del departamento de Scientific Communication, un ámbito en el que en el futuro me gustaría desarrollarme profesionalmente. Hemos tenido desayunos en buenas pastelarias portuguesas, comidas y cenas en restaurantes típicos de la zona, momentos para estar en casa con Cândida, una visita a los entrenamientos de la Escuela de Arte Ecuestre, etc. El tenerles cerca es sensacional. Mi relación con ellos ha evolucionado con el paso de los años (así la siento yo), y los abrazos resultan diferentes. Me encantó poder enseñarles mi centro de trabajo aprovechando que el lunes era festivo por el día del padre. Fue un momento muy importante para que de verdad pudieran entender que la calidad de vida que tengo es muy buena, que pueden estar tranquilos a pesar de los kilómetros que nos separan, pues yo entiendo lo que debe ser para ellos la distancia que siempre nos separa. Estoy deseando que las visitas se sucedan y puedan venir a verme todas las veces que puedan.

 

 

 

 

 

A la contra, tanto en febrero como en marzo he podido hacer escapadas a Madrid para  ir al concierto de Kase O, celebrar el 65 cumpleaños de mi padre e invitarle a un brunch bastante especial, pasar un viernes con mis amigos para tomarnos unas cervezas, ocuparme de gestiones importantes en mi vida como lo son el doctorado o los papeles para tener nuestro libro de familia, la visita a los compañeros del Instituto Cajal para comer todos juntos, la despedida de soltero de otro de mis mejores amigos en compañía de más mejores amigos, etc. Algunas buenas pruebas de ello que me gusta compartir por aquí.

Como ya he mencionado, estoy empezando a participar en grupos de trabajo centrados en  la transmisión de lo que acontece en la parte de investigación de la Fundación Champalimaud. En esta entrada he querido añadir una noticia que se publicó hace poco en Agencia SINC y que sirve como ejemplo de lo que hoy en día se considera comunicación científica, una tarea educacional pendiente en nuestra sociedad.

¡Y parece mentira! Estoy muy emocionada e ilusionada… En cuestión de días podré finalmente reunirme con Chabi después de más de 5 meses sin vernos en persona. Va a ser un momento muy especial. Aunque ahora por cuestiones del destino haya acabado regresando a Viena por un par de meses, le tendré finalmente por Lisboa. ¡Espero! Ahora su interés en los mosquitos le acerca a la ciencia y prepara hacerse un huequecito en el laboratorio, a otro nivel que digamos, pero que nos puede permitir estar cerca el uno del otro. Próximamente tendremos noticias que contar. Aquí la prueba de su llegada a España el sábado 18 de marzo de 2017 en su último vuelo (Shanghai-Moscu-Valencia), con uno de nuestros mejores amigos:

Chabi y Javi Valencia

Para ir acabando, entiendo que ha sido una entrada diferente, quizás menos emocional que otras. Más dura y distante. Una entrada con reflexiones puras y duras que son necesarias con el paso de los días. A su vez, sin tener perspectiva del tiempo, uno no puede apreciar en frío lo que realmente ha ocurrido. Con la distancia uno subsana esas heridas que pueden quedarse en temor y pánico. Vivir es también entender el propio valor del presente, a veces alejado de nuestra mente, y darle sentido con momentos de miedo que te despiertan y te alejan de nimiedades en las que los humanos la mayoría de las veces ocupamos el tiempo y la energía.

Aquí también comparto un curioso artículo que explica lo que quizás durante muchos años representa, en determinadas ocasiones, la escritura para mí.

Monumento aos Descobrimentos_2

Para acabar, las fascinantes vistas desde el Monumento a los Descubridores. Aquí os espero, pues sois todos bienvenidos. Desde lo más alto de Belém la aventura en el Tejo continúa.

Mariposa renaciente 🙂